sábado, marzo 26, 2005

KEEP PASSING OPEN WINDOWS

Es sábado y llueve. Ayer regresé a Norwich, después de pasar unos días en casa de Natalie con Angela. La casa era un laberinto de habitaciones escondidas. Darkness y Gussy se refugiaban allí. Gatos. En el jardín frontal dos estatuas tomaban el sol. En el jardín de atrás había flores, un elefante azul, una piscina, muchos árboles. Minky paseaba, con ojos tristes y crines enredadas. Hablé con él, le dije que era un caballo hermoso y bueno, que todos le querían e iban a cuidar de él. Apoyó su cabeza sobre mi hombro y no me quería dejar marchar. Ben, Natalie, Angela y yo visitamos a las lamas. Intentaron comerse nuestra ropa. Angela se cayó en un riachuelo. Subimos al tejado. Hicimos cientos de fotos y brownies y croissants y tés. Limpiamos la piscina. Vimos programas de televisión horrendos. Dormimos hasta tarde. Comimos mucho chocolate y muchas golosinas.
Ayer por la noche creí tener una pesadilla. Escuchaba voces. Había gente debajo de mi ventana. Encendí la luz y abrí las cortinas. Eran Jorge y sus amigos. Estuve hablando con ellos durante un par de horas. Raf, el chico que vive en la habitación de al lado, también se despertó y puso música a todo volumen. Agradecí que por lo menos no se pusiese a tocar la guitarra eléctrica como de costumbre. Soñé con personajes extraños que entraban en mi cuarto para observar cómo dormía. Estaban tristes. Abrí los ojos y les sonreí. Sus ojos se iluminaron. Sonrieron y se fueron de nuevo.
Leo libros, veo películas, bebo infusiones. Estoy tranquila y se está haciendo de noche.

viernes, marzo 18, 2005


botticelli y su primavera Posted by Hello

THE BONFIRE OF CONFESSIONS

Es primavera y han comenzado las vacaciones. Ayer por la noche mis amigos y yo fuimos a una fogata en medio del bosque. Había mucha gente que no conocía, pero el lugar era hermoso. Se veían las estrellas y la luna. Hacía mucho calor. Era de madrugada y nadie llevaba abrigo. A medida que pasaba la noche, la gente se fue yendo y los que quedamos nos fuimos dividiendo en grupos de dos o tres. Dos chicas tocaban la guitarra. Cris tocaba la gaita. Javi tocaba el cajón. Se oían muchos murmullos. Todos confesaban algo. Amores, añoranzas, sueños, mentiras. Quemábamos madera muerta y nos tirábamos hojas unos a otros. Euri, Angela y yo regresamos a Waveney a las 3,30 de la mañana. Estuve despierta hasta las 5 para despedir a Euri, que se iba a Gales. Me levanté temprano, terminé de escribir mi ensayo, lo imprimí, lo entregué y comenzaron las vacaciones.
Hoy hacía sol. Todos íbamos con camisetas de manga corta y gafas de sol. La plaza estaba llena de gente tomando cerveza y helados. El césped estaba lleno de gente jugando al fútbol o al frisbee. No había nubes. El lago estaba precioso. Había pájaros cantando. Estuve sentada en la hierba durante un par de horas, tomando zumo de naranja y rescatando a un insecto temerario que insistía en aterrizar dentro de mi vaso.
Ayer en clase de poesía comentamos algunos poemas de Wallace Stevens. Entre ellos, "Sunday Morning", un contraste entre la visión religiosa y la visión naturalista del paraíso. En el poema una mujer sufría porque necesitaba creer en algo permanente, algo divino y hermoso. El narrador contestaba que la belleza era hija de la muerte. Un paraíso eterno sin cambios cansa pronto y no puede aportar satisfacción al alma. El narrador lo comparaba con la naturaleza, hermosa y cambiante, y afirmaba que precisamente porque todo muere cada momento es más hermoso. Este paraíso es mucho más real y poderoso que el divino, y el hombre halla más satisfacción en la exaltación de su vida y de su mortalidad y de la propia naturaleza. Pero Stevens concluye el poema preguntándose cómo puede ser considerado esto el paraíso si la naturaleza no puede apreciar los elogios del hombre. Es indiferente a nuestras vidas o muertes y cualquier oda que podamos componer sobre ella.
Yo me pregunto por qué hace falta que exista un paraíso, divino o natural. No creo en la existencia de un Cielo al que vayan las almas buenas, pero tampoco creo que podamos calificar a este mundo como paraíso. Pero, ¿por qué no calificarlo de vida? ¿No es ésa una palabra mucho más hermosa y poderosa? Esto no es el paraíso, pero es nuestra vida, y Stevens tiene razón, sólo puede cobrar sentido en contraste con la muerte. Suele haber más momentos duros que momentos felices. Y, a veces, como la mujer de la poesía, sufrimos porque queremos creer que vendrán tiempos mejores pero no podemos. Entonces, de repente, un días nos despertamos y hace sol y todos sonríen y el vendedor de helados lleva un gorro rojo y blanco y hay faldas de miles de colores y carcajadas y el tiempo deja de existir y puedes sentarte en la hierba y darte cuenta de que no, no es el paraíso, pero es tu vida, y puede ser hermosa... a veces.

martes, marzo 15, 2005


el mundo da vueltas y vueltas y vueltas Posted by Hello

I LOVE TO BOOGIE

De nuevo Martes... Llevo una semana leyendo a Ibsen. He encontrado un personaje que es exactamente igual que yo, o yo soy exactamente igual que ella, quién sabe. Se llama Hilde Wangel. Creo que en algún sitio leí que Hilde y Olga eran en origen el mismo nombre. Pues nada, sólo quería avisaros de que si un día os pido que os subáis a lo alto de una torre recién construida para adornarla, siguiendo el libro, os caeréis y... bueno, la torre es muy alta.
Hilde y yo somos bastante extrañas. Ella pasa toda la obra reclamando su castillo, porque es una princesa. Creo que yo hago lo mismo.
De todas formas, ayer fui a un concierto y fue maravilloso: The Boxer Rebellion, Dogs y The Raveonettes. Y hoy, en vez de escribir el ensayo sobre Ibsen, he estado dando saltos por mi habitación al ritmo de T-Rex.
Este viernes llegan las vacaciones... Lo que significa que tendré unos días para levantarme taaaaarde... y escribir más ensayos, para ganar tiempo.
A veces mi buen humor es muy desconcertante, pero por ahora está aquí.

domingo, marzo 13, 2005

sábado, marzo 12, 2005

WE MUST LOVE ONE ANOTHER OR/AND DIE

Hace muchos muchos años, W. H. Auden escribió un poema titulado "September 1, 1939". Como podéis imaginar, era un lamento por el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Decía que todos somos responsables de la situación mundial, porque el ser humano está demasiado preocupado por sí mismo y muy poco por los demás. El amor universal, la cooperación, era la única respuesta.
La penúltima estrofa del poema terminaba con el verso "We must love one another or die".
Poco después, revisando el texto, cambió esta línea por "We must love one another and die", ya que ni siquiera el amor puede vencer a la muerte. Más tarde, eliminó la estrofa entera y después prohibió la reedición del poema. Afirmaba que era deshonesto.
Curiosamente, es uno de sus poemas más conocidos. Durante los últimos años ha tenido mucha difusión, tras el 11-s y el comienzo de la guerra de Irak. Nuestra profesora de poesía nos preguntó por qué. Qué tiene este poema de especial. Por qué la gente sigue recitándolo aunque trate de un conflicto de hace más de medio siglo.
¿Por qué? Porque todos, como Auden, pasamos por las mismas etapas.
Al principio es "We must love one another or die". El amor nos conforta en tiempos de dificultad. Tenemos esperanza. Queremos creer que las cosas se arreglarán, que algo cambiará, que nada está escrito.
Después admitimos que la verdad es "We must love one another and die", porque por mucho que luchemos por hacer mejor este mundo o nuestras vidas, la realidad es que siempre habrá problemas, fuerzas superiores a nosotros contra las que no podemos hacer nada. Ni siquiera el amor puede defendernos de una guerra, de una enfermedad, de la muerte, pero hace nuestras vidas más llevaderas, más auténticas.
Más tarde, perdemos fuerzas y preferimos no pensar en eso. Seguimos viendo el mundo a nuestro alrededor, pero ya no queremos preguntarnos cuáles son nuestras opciones, qué va a pasar, si estamos en control de nuestras vidas. Elegimos observar y no preocuparnos.
Por último, cerramos los ojos. Incluso la mera observación es demasiado. Porque nos muestra la realidad. Porque es brutalmente real. Porque no es un sueño. Porque lo que vemos, está ocurriendo de verdad y nosotros no estamos luchando para cambiarlo. Y cerramos los ojos y ya no sabemos qué sucede. Qué nos sucede a nosotros mismos o qué sucede en el mundo.
Y entonces todo desaparece. Y queda la verdad que nos atormentó en un principio. La muerte. No hemos escapado de ella. Nuestro miedo sólo ha consegido precipitarla.
Todos somos fantasmas, incapaces de oír los gritos que todos los demás lloran.

martes, marzo 08, 2005


Dario Posted by Hello

Niña de nieve Posted by Hello

TUESDAY

Es martes. Ohhh. Durante años esas palabras me han perseguido. Hace siglos, antes de empezar el instituto, cuando todavía no me desmayaba todas las semanas, era martes y yo estaba tomando un baño caliente. Y mientras me hundía en las burbujas comencé a redactar una poesía mental. Era sobre un martes, gris, de lluvia, un martes maldito, un martes en que yo había sido maldita. Las palabras se han quedado en mi cabeza durante todo este tiempo. Afuera está lloviendo.
He decidido no trabajar en Francia este verano, pese a la ilusión que me hacía. Mejor no complicarme demasiado la vida, no más. Así que de nuevo estaré en Madrid, trabajando tantas horas como me sea posible, intentando ahorrar. Podré ver a mis amigos, podré dormir en mi cama, tener un cuarto de baño para mí sola. Ver películas en el salón de mi casa. Aprender a cocinar platos rusos con mi abuela. Maldecir las temperaturas infernales. Pasear y pensar.
Sigo teniendo muchas dudas, pero de alguna manera ya no parecen tan urgentes. Estoy intentando afrontar los problemas poco a poco, no angustiarme por el futuro lejano. Sólo tengo 20 años, no puedo decidir el resto de mi vida ahora. A veces me siento vieja. Recuerdo que un amigo del instituto decía que él quería vivir intensamente y morir a los 20... Yo sabía que a los 20 años todavía no habría logrado grandes hazañas. Pero a veces siento que no he logrado nada. Yo decía que quería morir a los 30. Luego subí a 40. Más tarde, leí en mis manos que moriría a los 54. A veces me pregunto si para entonces habré conseguido algo.
De todas formas, estoy mejor. He tenido unos días bastante buenos. Ha nevado mucho por aquí. Iván vino a visitarme. Hicimos una niña de nieve. Después vino Dario y ahora mis amigas me riñen porque no llegaron a conocerle. Dentro de unas semanas iré a Italia. Me hace ilusión. Ya será primavera. Habrá sol, hojas en los árboles, cielos azules. Los edificios italianos estarán brillantes. Veré tantas cosas...
Todos se preocupan por mí y me ayudan. Sé que este año Erasmus tenía que enseñarme a vivir de forma independiente. Creo que de alguna forma lo ha conseguido. Pero también me está enseñando a escuchar más a los demás, a pedir consejos y aceptarlos....
De vez en cuanto mi blog parece un historia moralizante... Lo siento. No hay moraleja ni enseñanza alguna aquí, son sólo pensamientos. Sólo yo.