lunes, febrero 28, 2005

TWO ROADS DIVERGED IN A YELLOW WOOD

Hoy es el ultimo dia de febrero. Sigue nevando y es hermoso, pero lo disfruto poco. Tengo mas y mas dudas respecto a que hacer con mi futuro, proximo y lejano. Y se que no deberia preocuparme tanto, que las cosas se arreglaran al final, que en realidad tengo tantas dudas porque tengo muchas oportunidades. Pero de todas formas dudo y me pongo nerviosa y duermo poco.
Es como si de nuevo estuviese en el instituto. Solo que en el instituto habia pocas cosas que me importasen lo suficiente para angustiarme de esta manera. Ahora, sin embargo, hay tanto... tantos lugares, tantas personas, tantos estudios, tantos trabajos, tantas oportunidades. No se que elegir. Se, mas o menos, quien quiero ser, que quiero hacer, pero no estoy segura de cual es el mejor camino para llegar hasta alli.
Asi que paso mucho tiempo en mi habitacion, envuelta en mantas y panico. Cuando salgo a la calle, nunca me quito los auriculares, incluso sin llevo la musica apagada. Con mis amigos, de repente, me quedo callada y no tengo las fuerzas o la inspiracion para decir nada. Y si les veo casualmente, a veces me da miedo acercarme a ellos. Que me pasa? Estoy aterrorizada. Pero, por que?
Es como si mi verdadera vida hubiese empezado aqui. Y ahora tengo que decidir y descartar y elegir. Ser fuerte. Ser fuerte. Ir hacia algun lugar determinado. Pero, que camino seguir?

domingo, febrero 20, 2005


se hace de noche y la nieve es aun más hermosa Posted by Hello

comienza a nevar Posted by Hello

jueves, febrero 17, 2005

POO TEE WEET?

Acabo de regresar de Londres. El examen de inglés que iba a durar cuatro horas ha durado sólo una hora y tres cuartos, así que he tenido tooooda la tarde para pasear. Ya que estaba en Londres, he aprovechado. Me he tomado dos wraps (uno de aguacate y otro de queso y judías, mmm), he caminado durante varias horas y he entrado al Tate Modern (bendita Inglaterra, donde los museos son gratuitos).
La Tate Modern Gallery es uno de los museos "raros" de Londres. En su colección permanente hay obras de Picasso, Matisse, Giacommeti, Mondrian, Magritte... Como buen museo "raro" atrae no sólo a los turistas, sino también a los artistas en potencia o de boquilla, y a la gente "rara" en general: diferentes sombreros de colores, ojos pintados de negro, esqueletos descarados, cuello estirado, misterioooo... Con toda la tarde por delante y mi lector de MP3 sin pilas, decidí pasear por el museo y observar a la gente.
En una de las primeras salas en las que aterricé se estaba proyectando una película. The Nature of Our Looking, de Gilbert y George. Cuando llegué justo estaba terminando, así que me senté tranquilamente y empecé a verla desde el comienzo. Película británica de 1970, muda, en blanco y negro, con música de piano de fondo. En pantalla, dos hombres mirando el paisaje prácticamente inmóviles (los momentos de máxima tensión son cuando George -o Gilbert- cambia la posición de su pie y parpadea o cuando Gilbert -o George- da una calada a su eterno cigarrillo). Dieciocho minutos de inmovilidad. Al principio de la película, muchas personas estaban en la sala. Pero la mayoría aguantó sólo tres minutos y huyó, siendo sustituidos por más personas de tres minutos. Eso me hizo reflexionar. Se supone que la película era una sátira de la obsesión británica con la naturaleza, pero tal vez sea una reflexión algo más profunda. Los personajes de la película, esculturas vivas, observan el paisaje, sin moverse, esperando a que suceda algo, algo, algo diferente. Los espectadores también suelen esperar, en vilo, a que suceda algo... algo emocionante, y si no sucede, abandonan la sala. Los personajes no abandonaron la espera del paisaje y yo no abandoné la sala hasta el final de la película. Pero, ¿esperaba que sucediese algo? No, pero supongo que lo más importante es el proceso en sí. El resultado, el algo diferente o emocionante, no es tan hermoso o importante como la espera. Y todas esas personas de tres minutos, ¿cuánto tiempo dedicarán al algo diferente si en algún momento lo encuentran?
En otra sala, había una película sobre una madre pegando y abrazando a su hija. Había movimiento, gritos. Mucha gente en la sala. Una pareja asiática hablaba en ruso. Yo huí antes de los tres minutos.
En la siguiente sala, otra película. Mucha mucha gente. Todos emocionados. Se llamaba Still Life, de Sam Taylor-Wood. En la pantalla, una cesta con fruta y un bolígrafo. Poco a poco, la fruta se va pudriendo. Al final, el bolígrafo permanece inalterable, pero las manzanas, melocotones, naranjas y ciruelas son una masa pardo-negro-verdosa. La película duraba 3 minutos y 44 segundos. La gente miraba la descomposición de la fruta y supongo que pensaba en la inevitabilidad de su propia muerte, mientras que el bolígrafo (arte, cosas inanimadas, naturaleza, aire...) permanecerá siempre joven.
La muerte solía ser un tema tabú hace tiempo y nadie quería admitir el hecho de que todos tendremos que morir. Parece que ahora lo hemos asumido. Lo que aún nos queda por aprender es que ese largo camino hacia la muerte, en el que permanentemente nos hallamos buscando algo diferente y emocionante, algo que de sentido a nuestra existencia, puede que sea el sentido en sí... que ese algo no exista, que no exista nada.

domingo, febrero 13, 2005

SO IT GOES

De nuevo en Inglaterra, pero esta vez en mi cuarto. Con un ordenador nuevo... con tildes y Ñ. Increíble.
Ayer, en el vuelo, no ocurrió nada especialmente dramático. Me dejaron pasar casi enseguida porque creyeron que era parte de un grupo de quinceañeros que iban de viaje de fin de curso... No sé cómo lo hago, pero no consigo tener más de quince años. Después, unas chicas del grupo me hablaron, para preguntarme por las cosas escritas en kwenya en mi mochila. En el despegue gritaron. Al aterrizar, aplaudieron y se sorprendieron porque "¡¡Estaban en Londres!!". Eso me hizo pensar en cuando yo de verdad tenía su edad. Mi primera visita a Londres fue con catorce años y también me parecía increíble y emocionante y mágico. Y recuerdo que hasta hace bien poco todos los pasajeros aplaudían cuando el avión aterrizaba a salvo. Ese grupo de quinceañeros hizo ruido durante todo el vuelo, gritando, levantándose, llamando a las azafatas (auxiliares de vuelo), evitando que nadie durmiese... pero de todas formas les envidio. Su ilusión y alegría eran genuinas. Y por eso me sorprende que me confundan con ellos. A diferencia de ellos, yo guardo silencio, intento no molestar a nadie, cada vez miro menos por las ventanillas de los aviones y volar me origina cada vez más la certeza de que nos vamos a estrellar, que el avión pesa demasiado y está muy cansado para seguir volando.
Ayer, el piloto nos sugirió mirar por las ventanillas del lado izquierdo porque se veía un anochecer increíble. Yo miré, agradecida porque alguien que definitivamente no tenía quince años se había fijado, y regresé a la lectura de Slaughterhouse 5... So it goes.

sábado, febrero 05, 2005

TREAD SOFTLY BECAUSE YOU TREAD UPON MY DREAMS

Hoy me desperte de buen humor. Termine "Henry the Fourth" (parte 1 y 2) y "On the Road". Tome zumo de naranja con Simon y hablamos de escritores e influencias. Hice la compra. Ordene mi habitacion. Coloque las fotografias de otra manera. Meti en una bolsa todas las cosas que voy a llevar a Madrid y dejar alli. Fui al gimnasio. He estado leyendo poesia en Internet. No he ido a ver "I, Robot". No he ido a Po Na Na a celebrar el cumpleanhos de Michelle (a quien no conozco). No he dormido toda la tarde.
Creo que ha sido un dia positivo. Son las once y media. Todavia tengo tiempo de hacer la colada o coser los parches que he ido acumulando estos meses en mi mochila...
Bueno... esta noche estoy algo mejor.

jueves, febrero 03, 2005

INSIDE I'M CRYING

Jueves. Acabo de terminar la pelicula. Hoy era "Inside I'm Dancing". Muy hermosa. Todos lloramos. Por que el ser humano no es capaz de apreciar lo que tiene con cierta objetividad? Por que no podemos ver la suerte que tenemos? O tal vez soy yo. Me cuesta demasiado. Ahora estoy en la biblioteca y todo va bien, pero siento que me gustaria seguir llorando y no parar jamas, porque no solo es una pelicula, porque hay tantas cosas horribles y tristes y crueles e injustas en el mundo, que... no lo puedo entender, no se que hacer para arreglarlo. Es demasiado. Y por eso siento que llorare y llorare y llorare y que, al contrario de lo que decia mi madre, las lagrimas no se agotaran. Y ni siquiera hay un motivo... o si lo hay, pero no es mio, es algo universal y yo soy muy debil para hacerle frente y resistirlo.
Escribo aqui y se que de vez en cuando alguien lee esto, pero se que nadie lo leera ahora. Aun asi, parece que de esta manera me comunico con alguien, que no estoy sola, que en algun lugar hay una persona que me escucha. Todos nos enganamos.
Ayer sali a cenar con mis amigos y vi a Matt. Me dijo que todo iria bien, que todo se solucionaria, que pronto estaria alegre otra vez. Pero... que se tiene que solucionar? De todas formas, me hace gracia encontrarme de repente con tantos optimistas. En el primer semestre casi me convierto yo tambien... pero creo que todavia pertenezco al Lado Oscuro de la Fuerza... Por lo menos sigo con mis tonterias.