viernes, noviembre 26, 2004

AMSTERDAM

Es viernes, son las cuatro y media de la tarde. La semana pasada, a la misma hora, estaba en Amsterdam, suplicando en el Teatro Carre para que me dejasen pasar a ver a Tom Waits. Por que?
Amsterdam... Precioso. Los canales son increibles. Las casas son increibles. Las luces son increibles. Llegamos alli el miercoles por la noche. Nos perdimos un poco. El recepcionista de un hotel nos regalo un mapa mientras flirteaba con Sam. Dejamos las cosas en el albergue y fuimos de paseo... a un pub irlandes. Luego, bajo la lluvia, por las callejuelas que (segun descubrimos mas tarde) conformaban el Red Light District (el conocido Barrio Rojo de Amsterdam).
Al dia siguiente nos despertamos demasiado tarde para el desayuno, pero encontramos una cafeteria magnifica (lo mejor de la ciudad), con las paredes llenas de articulos de segunda mano y un gato suave con personalidad bipolar. Mmmm. Paseamos mucho. Fuimos a un mercadillo, encontramos una tienda de postales extranas, ropa increible. Comimos en las escaleras del Museo de la Diaspora (recuerdas el Louvre, Noe?) - unos chicos nos echaron un par de monedas. Seguimos paseando y entrando en tiendas divertidas, llenas de signos luminosos anunciando setas magicas. Cenamos en un restaurante mexicano, pidiendo los platos mas caros del menu porque Sam habia encontrado 50€ en el suelo. La comida estuvo bien. La camarera nos recomendo locales de salsa. Paseamos un poco bajo la llovizna y regresamos al albergue. Me quede hipnotizada con unas luces extranas en el cielo. Me sente un buen rato para observarlas. Al entrar en el albergue, me conecte un momento a Internet. Me acoste y a la manana siguiente, cuando Sam me presento a Liz, mi cartera habia desaparecido!!! Con todos mis documentos dentro !! Entonces comenzo una divertida aventura en la que conoci a mucha gente: todos los recepcionistas del albergue, todos las personas que trabajan en el consulado espanol en Amsterdam, unos cuantos policias, los cajeros del Teatro Carre.
Una mujer encantadora, que paseaba a un perrito cojo, me acompano al consulado... indicandome por el camino todos los puntos de interes. Incluso se ofrecio a comprarme el desayuno. En el consulado me dijeron que no podia regresar a Inglaterra y que tenia que hacerme unas fotos para el salvoconducto. Cuando dije q no tenia dinero para eso, el hombre respondio "Y que quieres que haga yo? Eso no es asunto mio" Asi que subi al piso de arriba y conoci a todo el mundo, intentado conseguir algo de ayuda e hice que todos se peleasen entre si, porque me decian cosas contradictorias. Cancele mis tarjetas, hice la denuncia en la policia (tengo el documento, en holandes), corri hasta el albergue para pedirle algo de dinero a Sam para hacerme fotos, las fotos tardaron una media hora porque la mujer insistia en que yo tenia que sonreir y yo no estaba de humor, llegue al consulado cinco minutos antes de que cerrasen y les hice quedarse media hora de mas, discutiendo todo el rato. Luego, regrese a la cafeteria maravillosa con Sam y Liz. Las dos nos enamoramos de las mismas botas rojas. Por la tarde, suplicamos en el teatro. Habia comprado la entrada con otra compania, pero al final, tras varias horas de expectante histeria, me dieron la localidad mas alta, en la esquina izquierda, del recinto. Pero merecio la pena. Tom Waits estuvo MAGNIFICO. Uno de los mejores conciertos de mi vida.
El sabado fuimos al museo Van Gogh (mmmm) y paseamos y regresamos a la cafeteria y al mercadillo y a la tienda de postales y miramos zapatos (Liz y yo tenemos el mismo gusto en zapatos y el mismo numero...). Nos compramos dos faldas de segunda mano y algo de cena. Les acompane a la estacion de tren y pasee y pasee y vi indios con plumas tocando en la calle y a la Muerte y a la Mascara y a una mujer dorada y muchas luces en el agua. Y llego el domingo y segui paseando y cuando me quise dar cuenta estaba en el aeropuerto, en el avion, en Madrid. Mi padre y Noelia (con un croissant de chocolante gigantesco) me recogieron alli. Y tuve tres dias de ver a mis amigos, hacer papeleo, pasear por Madrid, estresarme un poquito...
Ayer por la noche, tras pagar mucho mucho por el vuelo de Barajas a Heathrow y mucho mucho mucho por el autobus de Heathrow a Norwich, llegue aqui. Espere a que alguien me abriese la puerta. Coincidi milagrosamente con Euri y la gente de mi pasillo, que habia celebrado ya la cena de Navidad, me vitoreo un ratito.
Creo que voy a desfallecer.

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