miércoles, octubre 27, 2004

CAMBRIDGE...

Yo de nuevo... bueno, una version somnolienta y titubeante de mi misma.
Ayer fuimos a Cambridge. Es muy hermoso. Callejuelas, edificios antiguos, mucho cesped, panaderias y restaurantes pequenos y exoticos, adolescentes tocando rock en la calle...
Resumen del dia: llegamos alli a las 1.30. Paseamos un ratito por la calle principal, fijandonos en restaurantes (habia uno mediterraneo, algo caro, pero con muy buen aspecto). Entramos en uno de los colleges, dimos vueltas, nos preguntamos si los estudiantes se sentaban en el cesped, envidiamos esos hermosos edificios de piedra (los nuestros son de cemento). Regresamos al restaurante mediterraneo, cerrado (y eran solo las 2.20!! estan locos estos ingleses). Comimos en un restaurante vietnames, mas barato y con platos deliciosos. Me regalaron palillos... Paseamos y paseamos, entrando en varios colleges, todavia con el dilema del cesped. Entablamos conversacion con diversos tipos de patos (interesantes), compramos pancakes en un puesto regentado por un hombre triste triste triste... a los cinco minutos compramos muffins en una panaderia chiquitita, con une mujer sonriente sonriente sonriente... los muffins estaban mas ricos. Llegamos al rio y a un parque y empezo a hacer frio. Dimos un gran rodeo y en el Trinity College encontramos un frisbee. Tras decidir que no, los estudiantes de Cambridge no utilizan cesped de Cambridge (y de hecho, apenas existen, porque entramos en casi diez colleges pero no vimos estudiantes), decidimos utilizarlo nosotros. Al cabo de media hora, siguiendo nuestro ejemplo, llegaron unos cuantos estudiantes, con mas frisbees!! (la alternativa estudiantil a la hora del te). Al cabo de cinco minutos, llego un hombre con paraguas y bombin y nos pregunto si eramos miembros del Trinity College y nos echo de alli... Snif.
Tras esto, intentamos llegar al lugar donde iba a tener lugar la lectura de poesia... Nos perdimos, un poco, no demasiado, no lo suficiente parece ser, porque preguntamos a una mujer y nos dio unos consejos tan confusos que, al final, acabamos haciendo el mismo trayecto de antes (habiendo tomado nachos, sin chillis, snif snif, por el camino). Cuando llegamos alli, casi esperabamos habernos quedado sin entrada, pero no... Tenian que leer tres poetas, uno de ellos mi profesor de Poesia del s.XX. El primer poeta fue aburrido (es casi lo unico que puedo decir sobre el, porque era tan aburrido que a la segunda estrofa de su primer poema decidi que pintar garabatos en mi programa era mucho mas enriquecedor). El segundo poeta era mi profesor... muy divertido (sobre todo un poema acerca de su obsesion con Alan Alda - llego a sentirse poseido por el espiritu de Alda). Muy divertido, si, pero... falto de talento real. Hubo un descanso y... escapamos. Otro rodeo, diferente. Otra vez la calle principal. Otra vez hojear restaurantes. Otra vez nos fijamos en el mediterraneo, pero lo ignoramos. Eran casi las diez, eso significa que aqui todo esta cerrado, salvo los pubs (que cierran a las 11).
Moraleja: Pizza Express... bruschetta, pizza y tarta de chocolate mmmmm. Moraleja 2: llegamos a la estacion de tren justo a tiempo para despedir el ultimo tren directo a Norwich. Moraleja 3: tras una espera muy impaciente en el anden, cogimos un tren (retrasado) a Stowmarket. Como el tren iba con retraso, el trayecto tambien fue impaciente, porque temiamos perder la conexion y quedarnos anclados en un lugar del que nadie habia oido hablar antes. En Stowmarket, tras cruzar corriendo el puente entre plataformas, otra espera aun mas impaciente porque hacia cada vez mas frio y no llevabamos abrigos (habia hecho mucho calor por la manana). En el tren a Norwich, dormidos y congelados, un hombre nos conto anecdotas... no escuche. Llegamos a Norwich (bien!) y cogimos un taxi para regresar al campus. Se supone que estos taxis pueden llevar cinco pasajeros como maximo. El de ayer tenia un asiento ocupado (la hija del taxista, supongo) y atras, en vez de cuatro, nos metimos seis. Moraleja 4: llegue al campus a las 2.30, justo a tiempo para ver a muchos estudiantes ingleses salir del Skool Daze (fiesta casi semanal en la que se ponen sus uniformes del insti, escuchan musica mala y se emborrachan). Moraleja 5 (la ultima, de verdad): tras armarme de valor, hoy fui a clase a las 9... y durante dos horas pelee con mi cuerpo para no caer dormida sobre las mesitas del seminario.

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